Un estudio ve necesario incidir en la visibilidad de la aportación de las mujeres a la historia en los museos arqueológicos

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Emakunde/Instituto Vasco de la Mujer ha presentado esta mañana el estudio “(RE)Lectura feminista del patrimonio arqueológico en el País Vasco: Igualdad en la Historia gracias a la perspectiva de género”, resultado de la beca concedida por el Instituto a trabajos de investigación en Igualdad de Mujeres y Hombres. En la presentación han participado la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, y una de las autoras del estudio, Teresa Campos-López. La directora de Emakunde ha remarcado la necesidad de aplicar la perspectiva de género a todos los ámbitos y ha destacado la especial importancia de hacerlo cuando se hace una lectura del pasado como se hace a través de la arqueología.

Los museos que se han analizado han sido BIBAT en Vitoria-Gasteiz, Oiasso Museoa en Irun y el Arkeologi Museoa de Bilbao. El estudio concluye que no hay una presencia clara de mujeres en el relato de los museos arqueológicos y apunta a corregir el sesgo androcéntrico desde la perspectiva de género, porque “su ausencia y su falta de visibilidad acaba legitimando un discurso histórico en el que faltan las aportaciones de las mujeres”. Aún así, el estudio reconoce que cada vez existe una mayor conciencia sobre la necesidad de avanzar hacia planteamientos que apliquen metodologías como la perspectiva de género también en el ámbito de la arqueología. Destaca, por ejemplo, como aspecto positivo, el trabajo que se viene realizando en los museos en la oferta educativa, a través de programas para escolares con perspectiva de género entre otras actividades valoradas positivamente. 

El estudio apunta a mejorar aspectos como la presentación de los hombres como agentes clave de sus comunidades, mientras las mujeres no aparecen desarrollando funciones político-simbólicas: se siguen transmitiendo discursos elaborados en función de unos estereotipos de género tradicionales en los que solo se visibiliza lo que entendemos como masculinidad hegemónica. La centralidad de lo masculino tiene su reflejo también en los objetos que se exponen, mostrando los correspondientes a ámbitos femeninos como algo secundario, algo suplementario, presentado a través de referencias puntuales; y reservándose la centralidad e importancia para lo masculino. Este planteamiento ayuda a catalogar lo masculino como lo genéricamente humano, identificando al varón con lo universal.

En este sentido, el estudio señala dos aspectos en los que sería interesante incidir:

  • Trabajar en la inclusión de otras actividades en los relatos y en los discursos como el cuidado, crianza o las actividades de mantenimiento, fundamentales para su subsistencia.
  • Reformular las actividades que actualmente aparecen, ya que en muchas de ellas existe presencia y aportaciones de las mujeres, aunque actualmente solo se señala la participación masculina.

 


 

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